Empezé mi aventura en el campo de la hospidalidad en 2000, esto me ha permitido conocer a gente de todo el mundo.
Para mi es un gran placer y también una complacencia hacer que los huéspedes se sientan como en "casa".
Compartir parte de mi vida, mi espacio con personas de diferentes culturas y costumbres es un mutuo enriquecimiento y seguramente es la parte más bonita e interesante de este tipo de experiencia... además de compartir el incanto indiscutible de Roma que sigue siendo màgica!